UN SÍMBOLO REFINADO PARA PIEZAS REFINADAS
Durante siglos, Florencia fue el epicentro del arte, la cultura y el poder. Y entre sus logros visuales destacó un símbolo: la flor de lis.
Más que un adorno, se convirtió en el escudo de la ciudad. Grabado en edificios emblemáticos como el Ponte Vecchio y blasonado en la bandera oficial de Florencia, es un claro signo de riqueza, nobleza y honor : sellos eternos de la identidad florentina.
MANIFIESTO DE ESTATURA REAL
La flor de lis se remonta a la Francia medieval, adoptada por el rey Luis VII en 1147 como sello personal en sus cartas reales. Sus tres pétalos simbolizan la fe, la sabiduría y el valor, virtudes que se suponía que debían encarnar los monarcas.
Con el tiempo, se ha convertido en un emblema atemporal, vinculado a la pureza, la soberanía y el derecho divino a gobernar. Más que un símbolo, se ha convertido en un signo visible de poder legítimo, reservado para aquellos que no sólo lideran, sino que reinan con propósito.
MANIFIESTO DE ELEGANZA Y ESCLUSIVITÀ
La Flor de Lis renace en Capini con líneas precisas y depuradas, uniendo el legado artístico de Florencia con la estética contemporánea. Su forma, equilibrada y simétrica, transmite potencia sin arrogancia y sofisticación sin excesos. Así como el símbolo original inmortalizó imperios, nuestra Flor de Lis ahora sella cada pieza con una exclusividad atemporal : una declaración silenciosa, reservada para aquellos que entienden que la verdadera elegancia nunca necesita ser anunciada .